Alfredo Arán es una auténtica institución en el sector. Lo entiendes rápidamente cuando le acompañas a alguna reunión o evento del mundo del seguro y ves que es imposible dar dos pasos sin que alguien le aborde para saludarle, consultarle su opinión sobre algún tema, proponerle una reunión…
Pero lo más importante es que, además de un profesional admirado, es una persona muy querida en el mundo del seguro, donde es famosa su sonrisa abierta y su personalidad amigable. Alfredo afronta ahora una nueva etapa más relajada en su vida, y comenta en esta entrevista su visión del sector, del presente y futuro de los corredores, así como sus planes personales.
La sensación principal es que el tiempo pasa muy rápido. Echo la vista atrás, y la verdad es que me cuesta creer que hayan pasado tantos años. Pero, en general, tengo que decir que me siento muy afortunado, porque he tenido la oportunidad de desarrollar proyectos profesionales muy interesantes, y especialmente de conocer personas maravillosas -compañeros, clientes, corredores…, con las que he trabajado muy a gusto y compartido muchos momentos fantásticos.
Como he dicho, me siento un absoluto afortunado. Empecé a trabajar en esta profesión con 18 años, hace ya 42, y me ha servido para formarme como persona y conocer muchos sectores, muchos países… También a muchas personas, y de todas ellas he aprendido, hemos compartido muchas experiencias, somos amigos.
Creo que esta profesión no está suficientemente reconocida, pero a todos los que entramos en este sector nos engancha, y yo se lo recomendaría a las nuevas generaciones.
Llegué a MAPFRE en el año 2000, y tuve la suerte de asumir una responsabilidad directiva, ya que me incorporé como director comercial de lo que era en aquel momento MAPFRE INDUSTRIAL. Era una empresa líder en la pequeña y mediana empresa, pero no tenía negocio corporativo y prácticamente no trabajaba con corredores. Eran otros tiempos. A mí me ficharon, precisamente, con el objetivo de que desarrollara esos dos ámbitos.
El mercado ha cambiado como el mundo, muy rápido en estos últimos 20-25 años. El mundo se ha globalizado, se ha desarrollado, y nuestro mercado también ha evolucionado mucho. Cada vez más capital e inversionistas llegan a este mercado, no sólo a los grandes brokers internacionales, sino también al resto de corredores nacionales, lo que ha permitido que avance muchísimo la profesionalidad en el sector de la mediación en España.
De aquellos corredores de hace 20 años a los actuales hay un salto abismal en cuanto a profesionalidad, formación y capacidad de servicio a sus clientes.
Efectivamente, en un entorno de creciente globalización los riesgos cada vez van a ser mayores, incluso sistémicos, y habrá que prepararse muy bien para ello, con una gestión de riesgos cada vez más profesional.
Estamos viviendo una pandemia global. La ciberseguridad, los riesgos medioambientales y reputacionales son amenazas continuas y grandes retos a los que las empresas van a tener que dar respuesta y que, dada su dimensión, en ocasiones requerirán de la colaboración público-privada para poder hacerles frente de una manera adecuada.
No me cabe duda de que va a ser una relación cada vez más estrecha, de colaboración, entendimiento y crecimiento conjunto. MAPFRE está haciendo un auténtico esfuerzo por crear una propuesta de valor única para este colectivo, con personal y oficinas exclusivas para la atención de sus necesidades, herramientas digitales diseñadas a su medida, acceso al plan de fidelización para sus clientes…
Nos hemos propuesto ser la mejor compañía para el corredor, y lo estamos consiguiendo. Y eso sólo puede llevarnos a una evolución positiva en la relación.
Absolutamente. El asesoramiento profesional es un valor en alza. Los clientes pueden optar por soluciones digitales para resolver las pequeñas tareas del día a día, que no requieren toma de decisiones y que prefieren hacer en el momento que les venga bien y desde donde estén. Pero a la hora de tomar decisiones importantes, la figura del corredor puede marcar la diferencia. Eso sí, para ello es esencial que el corredor se profesionalice cada vez más, y continúe avanzando en su digitalización. Que no se quede atrás y continúe aportando valor.
Veo un futuro claramente digital para el corredor, especialmente en todo lo que se refiere a los riesgos sencillos, y también una creciente necesidad de asesoramiento profesional para riesgos más complejos, como los seguros de empresa, los colectivos de vida y salud y los productos financieros.
La verdad es que llevamos muchos años pensando que se va a producir una reconversión del sector de la mediación en España, pero la realidad es que tenemos 5.500 corredores activos en el mercado español, que son exactamente el mismo número que había en el año 2008.
Han pasado dos grandes etapas de crisis mundial que han reconvertido muchos otros sectores y este número no ha variado. Esto es algo bastante sorprendente, la verdad.
Eso sí, creo que a través de las asociaciones de corredores o de modelos actuales de corredores, como los corredores de agrupación, centrales de compras, corredores tecnológicos, junto con un relevo generacional, sí que se va a ir produciendo una reordenación del mercado, que posiblemente termine en fusiones de corredores. Desde luego, creo que tiene poco sentido una cifra tan alta de corredores para el tamaño del mercado español, especialmente con la influencia que va a tener la transformación digital en este mercado.
Mi visión es muy positiva, como no podía ser de otro modo. Creo que trabajar en una compañía así, que respeta a la persona y valora la diversidad, nos hace a todos sentirnos muy orgullosos. La labor de nuestra Fundación es extraordinaria y admirable, y también lo es la de los voluntarios de MAPFRE, entre los que tengo la satisfacción de encontrarme. Siempre se dice que el voluntario recibe más de lo que da y no es un tópico, es realmente así.
Desde mi punto de vista la Comisión CIMA (Conectividad e Innovación para la Mediación Aseguradora) es el proyecto más ambicioso que hemos emprendido de manera consensuada en el sector, desde TIREA, con el apoyo total de la mediación, las aseguradoras y las tecnológicas para modernizar nuestro sector y transformarlo digitalmente de verdad.
Llevábamos muchos años trabajando en el estándar de comunicación EIAC, pero no éramos capaces de conseguir su implantación, y desde hace un año hemos impulsado este proyecto y estamos dando pasos de gigante para avanzar en la transformación digital del sector de la mediación en España.
Tengo la tremenda suerte de trabajar en una compañía como MAPFRE, que me ha permitido que a partir de este 1 de julio pueda hacer cambios en mi vida y dedicarles más tiempo a mis aficiones personales. Y sobre todo a equilibrar mi vida. Todos los que trabajamos en este sector tenemos muy “desequilibrada” la vida. Ahora voy a tener la oportunidad de hacer muchas cosas, de tener tiempo para ello, que todos sabemos que con el día a día del trabajo esto es algo absolutamente imposible. Lo dedicaré a algunos de los hobbies que siempre he tenido, como la vela, el running, el ciclismo.
Me hace mucha ilusión volver a la universidad para estudiar Humanidades (cualquier carrera que no implique cuenta de resultados, presupuestos, ni plan estratégico…).
Y además tengo la suerte de seguir ligado a MAPFRE en algunos temas institucionales como consejero de MAPFRE GLOBAL RISKS y miembro de su consejo asesor, y continuar en algunos proyectos del sector que también me hacen mucha ilusión, como la Comisión CIMA, de la que hemos hablado antes, o la presidencia del Consejo asesor de AGERS, que son proyectos sectoriales en los que gente con experiencia vamos a aportar nuestra visión de tantos años para que el sector avance. Y son actividades muy gratificantes todas ellas.
Es un mensaje muy sencillo: el primero, el de la formación. En un mundo cada vez más complejo la formación pasa a tener una importancia absolutamente básica. No una formación inicial para poner en marcha tu actividad como corredor, sino una formación continua. El mundo cambia, evoluciona, y es absolutamente esencial irte adaptando a los nuevos tiempos.
También es necesario subirse al mundo digital. El negocio no se puede entender de otra manera que con una transformación digital intensa. Como decía antes, los seguros sencillos se van a vender con absoluta seguridad a través de herramientas digitales y la especialización en productos nicho es fundamental para los corredores: seguros de empresa, productos financieros, colectivos… todo aquello en lo que se aporta valor y que el cliente agradecerá mucho.
Por último, agradecer a todo el sector de la mediación en España su paciencia con MAPFRE en todos estos años, seguro que nos hemos equivocado muchas veces y que no hemos avanzado todo lo que nos hubiera gustado, pero desde aquí quiero mandar un mensaje potente de futuro.
Toda la Dirección y el equipo de corredores de MAPFRE estamos absolutamente comprometidos para que el Canal Corredores sea estratégico para el desarrollo de negocio asegurador en España, y que en no mucho tiempo, consigamos convertirnos en el partner de confianza para los corredores, por transparencia, productos, precio y servicios.